Se construye en Valencia la primera casa hecha con impresión 3D
En el campus de la Universidad Politécnica de Valencia se ha instalado estos días una estructura metálica diferente: una especie de grúa bajo la cual, capa a capa, se está construyendo una casa de hormigón.
Se trata de un proyecto de la start up valenciana Be More 3D, en colaboración con otras entidades como la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) -en cuyo campus se está edificando la vivienda piloto-, Schneider Electric -que aporta el cuadro eléctrico de la impresora-, la cementera Cemex y Acciona, a través de su programa de aceleración de ideas I’mnovation. Una vez terminada, se convertirá en la primera vivienda totalmente impresa en 3D -in situ- en España, la segunda en Europa y tercera del mundo.
La vivienda piloto tiene 24 metros cuadrados, que incluirán un salón-comedor, un cuarto de baño y un dormitorio. Para montar la máquina desarrollada por Be More 3D, según la compañía, sólo es necesario contar con tres operarios durante unas horas. La impresora de hormigón tiene 6 metros de alto por 3 de alto.
Tiempo récord
Se calcula que la máquina podría imprimir una vivienda de 60 metros cuadrados en tan solo 12 horas. Un refugio para 25 personas, víctimas de catástrofes naturales o de guerras, se construiría en apenas cinco o seis horas.
El siguiente reto de Be More 3D será la construcción de dos viviendas piloto en Madrid y 7 viviendas en Cuenca, dentro de un programa de repoblación de una zona rural.
“La aplicación de tecnologías de fabricación aditivas en la construcción representa un futuro muy prometedor. Proyectos como el de Be More 3D abren la puerta a una edificación no sólo más económica y menos contaminante, sino también más rápida, lo que puede suponer una innovación fundamental para proyectos humanitarios”, asegura Víctor Moure, directivo de las divisiones Retail y EcoBuildings de Schneider Electric.
Ahorro
La construcción con impresión 3D permite una reducción de costes de hasta el 35%, según Be More 3D. También se acortan de los tiempos de entrega y se contribuye a una menor contaminación, ya que una impresora de hormigón funciona con electricidad y prácticamente no produce residuos.
En Italia, otra start up llamada Wasp ha desarrollado una impresora de adobe, capaz de construir viviendas por solo 35 euros, “incluida la gasolina para mover la tierra”, según sus creadores. En su caso, aseguran ser capaces de levantar la estructura principal de la casa -seis metros de ancho por cuatro de alto- en una semana.
Ahora bien, estas máquinas no pueden terminar, por sí solas, una vivienda. Una vez impresas las paredes y el suelo, es necesario incorporar techo, puertas y ventanas, así como los sistemas energéticos y de agua corriente. En Valencia, Schneider Electric se encargará de la instalación de dispositivos de control energético que contribuirán, adicionalmente, a la reducción de las emisiones contaminantes y de los costes.
Fuente: expansión.com