Experimentar una impresión de alta calidad de una imagen que has hecho puede ser fascinante. Es infinitamente más satisfactorio tener una impresión terminada en las manos que ver la foto en una pantalla y más aún, cuando se presenta a los demás. Sirve como un producto tangible y permanente de tu trabajo, un monumento al tiempo y al esfuerzo que se dedica a crearlo.

• Hoy es la época ideal para imprimir.

Nunca ha habido un mejor momento para imprimir que ahora, gracias a los avances tecnológicos tanto en cámaras digitales como en impresoras, lo que hace que la impresión sea accesible incluso para fotógrafos ocasionales.

Poder ver y sostener una fotografía o diseño impreso que hemos hecho puede ser una experiencia poderosa, especialmente si la imagen se ve exactamente como la imaginaste o creaste de forma digital. Si deseas convertir tu imagen en realidad mediante la impresión, deberás asegurarse de capturar la imagen con la impresión final en mente. Este proceso te hace un mejor editor y te permite focalizarte en tu objetivo, obteniendo como resultado mejores impresiones.

 

• Imprimir puede ser más seguro que almacenar archivos digitales.

No hay garantía de que el ordenador del mañana pueda leer las fotos que hagas hoy, a menos que modernices constantemente tus archivos digitales. Los servicios en la nube pueden ayudar verdaderamente con esto, pero las empresas que los ejecutan no están garantizadas para siempre. Una impresión puede durar más de 100 años al aire libre. Aunque no debería imprimir todas sus fotos, se aconseja imprimir las fotos más importantes o trabajos más destacados.