Gestión del color en la impresión por sublimación

Los colores que se ven en la pantalla de un computador nunca coinciden con exactitud con los de los trabajos impresos. Esto es debido a que los colores de las pantallas se generan por la combinación de tres colores: rojo, verde y azul (RGB).

En cambio, las impresoras digitales utilizan entre cuatro y ocho colores de tinta para reproducir la imagen de la pantalla. CMYK (cian, magenta, amarillo y negro) es el estándar para la impresión digital en cuatro colores.

Los monitores de los ordenadores emiten color en forma de luz RGB. Aunque todos los colores del espectro visible se pueden producir combinando la luz roja, verde y azul, los monitores únicamente son capaces de reproducir una gama de colores limitada del espectro visible.

Los productos impresos absorben o reflejan longitudes específicas de luz, a diferencia de una pantalla que emite luz. Los pigmentos o colorantes de color cian, magenta y amarillo funcionan como filtros, restando de la luz blanca distintas tonalidades de rojo, verde y azul para producir una gama selectiva de colores espectrales.

Como puede observar, hay una clara diferencia en el funcionamiento de ambas maneras de generar color. Una es aditiva; la otra es sustractiva. En la decoración de productos digitales, el diseño se realiza en un entorno aditivo (RGB); después, la impresora y el software convierten estos colores de modo que puedan ser utilizados en un entorno sustractivo (CMYK). La gestión (o corrección del color) es el proceso de ajustar esta transformación cromática de modo que permita producir resultados de la máxima calidad en el sustrato elegido.

Retos específicos planteados por la sublimación
Con la sublimación de tintas entra en juego otro elemento del proceso de control del color. Cuando el papel transfer de sublimación de tintas se plancha sobre el sustrato, la tinta se transforma en un gas que se adhiere a los polímeros del sustrato. Durante este proceso de “gasificación”, algunos colores se transforman; por eso, el producto acabado no tiene el mismo aspecto que la imagen original de la pantalla.

Puede que también observe que los colores de la tinta impresa en el papel transfer difieren bastante de la imagen final que se crea al aplicar el calor y la presión. Esto es debido a las características químicas del proceso de sublimación de los tintes, y es otro factor que obliga a aplicar un proceso de corrección del color.

Con la sublimación, estas cuestiones deben abordarse en cada combinación de tintas e impresora concretas. En circunstancias extremas, puede que sea necesario corregir el color para todas las combinaciones de sustratos y tintas de impresora y papel de transferencia.

De todos modos, una serie de pruebas exhaustivas han demostrado que, en la mayoría de los casos, un papel transfer de buena calidad no afecta al color final. Por eso, le recomendamos utilizar únicamente un papel de alta calidad.

Fuente:perugrafico.com